martes, 19 de noviembre de 2013

El que Canta su mal espanta;

Dice el refrán que el que canta su mal espanta, y es cierto, Cantando compartes lo que amas y te enfrentas a lo que te incomoda conjuras los demonios y conviertes sueños en modestas realidades, yo canto por gusto de cantar. Cantar me da placer por eso para mí cantar es un privilegio, no hay camino camino hacía la libertad, la libertad es el camino.
Así son algunas canciones, Personales e intransferibles.
Otras aglutina, un sentimiento común y se convierten en himnos. Entonces dejan de pertenecer al autor para ser de todos, sea demostrado que en la composición y en la ejecución de algunas canciones populares hay hallazgos tan definitivos como el tema de Pitagoras o las virtudes del ácido acetilsalicílico, para combatir la cefalea.

Como decía el profesor Casares cuando hablamos del canto y de quien lo practica hablamos de un arte que ha vertebrado la sociedad.

Las canciones viven en la memoria personal y colectiva de las gentes, las canciones viajan y transportan a tiempos y lugares donde tal vez fuimos felices.

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