El
que Canta su mal espanta;
Dice
el refrán que el que canta su mal espanta, y es cierto, Cantando
compartes lo que amas y te enfrentas a lo que te incomoda conjuras
los demonios y conviertes sueños en modestas realidades, yo canto
por gusto de cantar. Cantar me da placer por eso para mí cantar es
un privilegio, no hay camino camino hacía la libertad, la libertad
es el camino.
Así
son algunas canciones, Personales e intransferibles.
Otras
aglutina, un sentimiento común y se convierten en himnos. Entonces
dejan de pertenecer al autor para ser de todos, sea demostrado que en
la composición y en la ejecución de algunas canciones populares hay
hallazgos tan definitivos como el tema de Pitagoras o las virtudes
del ácido acetilsalicílico, para combatir la cefalea.
Como
decía el profesor Casares cuando hablamos del canto y de quien lo
practica hablamos de un arte que ha vertebrado la sociedad.
Las
canciones viven en la memoria personal y colectiva de las gentes, las
canciones viajan y transportan a tiempos y lugares donde tal vez
fuimos felices.