miércoles, 2 de noviembre de 2016

Un sueño que deja de ser sueño


Un beso marcó el tiempo,
le puso alas a mis sueños
y acabó con el eterno invierno 
que oscurecía los días de mi vida
impidiéndome emprender el vuelo.
Desde entonces sólo vi sonrisas y alegría
en los rostros de la gente de mi pueblo.
Cambió el color de los senderos,
de los caminos, de las calles,
de la tierra, del cielo,
de las hojas de los árboles,
por donde soñaba encontrarte.
Y aunque larga fue mi espera…
Cuando apareciste y caminaste hacia mí…
La lluvia dejo de mojarme.
El sol confundiéndote con otra estrella,
pareció asomarse un instante por entre la nubes
para iluminar y acariciar tu piel de seda,
para deleitarse observando tu belleza
Te di un abrazo largo y un beso,
y nos perdimos en la tarde
por un camino de quimeras
hechas realidades.
¡Sí!... Un beso marco el tiempo…
Un antes y un después…
Con mis labios en tus labios;
con mis manos en tu pelo…
¡Un sueño dejó de ser sueño!

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