La luz del nuevo día por el horizonte asoma...
El canto de la alondra, que da los buenos días,
alegre y bulliciosa,
al campo, al monte, al río.
En rosadas auroras,
mil pétalos de rosas,
mil suspiros de amores
que en su pecho aloja...
Hogar, pan y aceite,
revuelo de palomas.
Cual abeja hacendosa,
va sembrando de mieles
los días y las horas...
¡Que remanso de paz
sus muros atesoran!
Humildad,
la sana alegría
en ese hogar que a todos nos aloja,
Como es madre y esposa,
borda caricias, besos
-entregas amorosas.
Al declinar el día,
una suave fragancia,
un dulcísimo aroma,
mil suspiros de amores,
mil pétalos de rosas.
¡Hogar!: faro, antorcha,
sin miedo al propio miedo,
sin miedo a las derrotas...
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